Tuesday 12 January 2016

Buenos Aires

Two huge mountains appear from nowhere… Is it the Andes? Are they volcanoes? No, it’s too soon for those. There are new mountain formations in las Pampas but on a much smaller scale! Bloody mozzies!

It had only been a few hours since I proclaimed confidently to family back home that mozzies were nowhere to be seen after a day of being here. It’s sultry in the day, balmy in the night and no buzz in ear shot. Perfecto I thought! Not. The wood I touched when I said this clearly didn’t work. Does it really ever work? What happens if you just say it in your head? Do you still need to look for wood? Sometimes I’ve run around on a desperate search for wood having said something I didn’t want to jinx. Does it need to be a good solid oak or will any old particle board wood veneer finish do? How long do you have to find wood before you run out of time? What happens if you work in a plastics factory?!

It’s a very silly ritual but I do it all the time. I guess it’s because wood is a natural material so when touching it you are effectively knocking on Mother Nature’s door to butter her up, doing all you can to stay in her good books. And blimey we all need to stay in her good books!

Sorry I digress massively, as well as resisting all temptations of innuendo when saying ‘touching wood’…

To be honest only a few more bites have appeared since those first two mountains popped up. First on me and then on Laura, but not millions. You see, the mosquitoes here are considerate, non intrusive beings. They knew it was our first day so they took a back seat, allowed us our space and only after we invited them in did they introduce themselves, quietly taking what they needed until they were on their way again. Not cashing-in like some of their greedier mosquito cousins!

(Click on the photos for best resolution)

Sights. Sounds. Siestas. Smells. We’re having a wonderful time here. We’ve eased rather than rushed our way into life here so far. We’ve enjoyed time without placing any importance on it. Walking the city, chatting to the really friendly locals, meeting and sharing stories with fellow travellers, navigating the city’s easy to use bus network and Subte (the subway where you sometimes see live music being performed on the carriages of the trains) and of course avoiding the dog poo. As Laura said to me when we were walking back from the local supermarket the other night, it’s like being in a real-life a video game, having to walk avoiding the oncoming brown delights. Quick feet movement is crucial. Twinkle-toes is the character. Poo Dodge is the game. Tango anyone? Messi? Messi feet?

Most people seem to have a dog or some sort here. It’s no wonder, as there are plenty of beautiful parks, some humongous in size, nature reserves in fact. We haven’t yet explored them but the plan is to go after lunch today once the heat has been taken out of the day.



Buenos Aries is quieter at the moment as it is holiday season so apparently lots of locals have escaped the city for the beaches of Uruguay and the East Coast of Argentina. Although still busy with cars, there is a slower vibe here. Locals love to engage in conversation and are really warm, generous people. The police have a very visible presence in the city too. They’re everywhere. Too many it seems as usually they’re looking utterly bored. Laura and I have lost count of the number of times we have seen them phone in hand browsing away, barely bothering to look up. Yesterday it was really shocking seeing a male policeman with knuckle duster gloves on perfecting several selfies!



Yesterday we went to barrio called Recoleta. A once aristocratic area with parks and palaces as well as a prestigious cemetery where Eva Perón is burried. Today we’re going to head to two different Barrios, La Boca which is a poorer area but with very distinct and colourful houses (see background photo on our homepage) and San Telmo, a beautiful art crafts market square.

-----------

Dos montañas gigantescas aparecen de la nada… ¿Son los Andes? ¿Quizás volcanes guatemaltecos? No, demasiado pronto para divisarlos. Pero en pequeña escala hoy hay dos nuevas formaciones montañosas en las Pampas ¡Malditos mosquitos!

Habían pasado sólo unas pocas horas desde que con gran seguridad proclamé a mi familia que no parecía haber señal de mosquitos. Calor bochornoso de día, templado por la noche y ni rastro de zumbidos ¡Perfecto! Pero no. La madera que debí tocar cuando dije ésto, claramente no funcionó ¿Alguna vez funciona? ¿Qué pasa si lo de tocar madera lo dices sólo en tu cabeza? Hay veces que inconscientemente he buscado madera que poder tocar por miedo a gafar algo que acababa de decir, pero ¿tiene que ser una madera específica? ¿De roble fino? ¿O vale con un poco de contrachapado? ¿Cuánto tiempo tienes desde que lo piensas hasta que tocas la madera? ¡¿Qué pasa si trabajas en una fábrica de plásticos?! 

Un ritual bastante idiota que sigo a menudo. Quizás sea porque la madera es un material natural y de alguna manera tocarlo es como llamar a la puerta de la Madre Naturaleza para hacerle la pelota y estar en su lista de favoritos, ¡porque todos necesitamos estar en esa lista!

Vaya rodeo que estoy dando, ¿eh? En fin, que en realidad, sólo hemos avistado unas pocas picaduras más desde que las dos primeras montañas aparecieron en nuestra anatomía. Primero en la mía, después en la de Laura, pero aquí los mosquitos parecen ser considerados, nos dejaron un día de tregua, se dejaron invitar y silenciosamente van succionando de nosotros sólo lo que necesitan, no como sus avariciosos primos en otras partes del mundo.




Vistas. Sonidos. Siestas. Aromas. Nos lo estamos pasando de maravilla aquí. Nos hemos hecho con la ciudad poco a poco, en vez de intentar digerirla toda de una vez. Intentamos disfrutar del tiempo sin que el tiempo tenga importancia. Caminamos por la ciudad, hablamos con los bonaerenses que son muy abiertos, compartimos historias con otros viajeros que vamos conociendo por el camino. Usamos el bus y el metro para movernos (en los vagones del metro hemos encontrado muchas veces gente tocando música en directo) y también, como nos advertían las guías de viajes, nos dedicamos a esquivar cagadas de perro. Laura lo comparó hace un par de noches con vivir en un videojuego en el que el objetivo es evitar la caca. Tener pies rápidos es crucial para poder caminar ágilmente casi de puntillas, como Pedro Picapiedra cuando juega a los bolos. El videojuego bien podría llamarse “Escapa La Caca” ¿Quizás jugando a esto inventaron el tango?

La mayoría de la gente parece tener un perro aquí. No es de extrañar, pues hay muchos y muy bonitos parques por aquí. Algunos de talla gigantesca, que de hecho son reservas naturales. Aún no las hemos visitado, pero es la intención después de la comida, cuando haga un poco menos de calor.




Buenos Aires es tranquilo en esta época del año, ya que parece ser que muchos de los bonaerenses se han escapado hacia las playas de Uruguay y la costa Este de Argentina. Aunque aún lleno coches en las calles todo tiene un aire más lento aquí. A los argentinos les encanta comenzar conversaciones con extraños (nosotros en este caso), son de trato cálido y gente muy generosa. La policía tiene una presencia imponente también. Están en todas partes. Tantos que casi diría que son demasiados. La mayor parte del tiempo parecen aburridos, ya que están todo el rato teléfono en mano. Laura y yo hemos perdido la cuenta de la cantidad de veces que hemos visto policías más preocupados de mandar mensajes o mirar algo en internet, que de hacer su trabajo. La escena más ridícula fue cuando vimos a un policía totalmente solo, con guantes con nudillos metálicos, haciéndose fotos a sí mismo.




Ayer fuimos a un barrio llamado la Recoleta. Un área aristocrática con parques y palacios, así como un cementerio muy prestigioso donde está enterrada Eva Perón. Hoy o mañana iremos a otros dos barrios: La Boca, que es una zona bastante más humilde, donde hay una calle muy famosa por sus calles y casas pintadas de colores chillones (como la foto de portada en el blog) y San Telmo, donde nos han dicho que hay una preciosa plaza donde todos los días ponen un mercado de artesanía.

2 comments:

  1. Qué relato tan bonito... Yo también quiero estar en esa lista! Confieso que yo también soy de tocar madera, por si las moscas ;-) Ganas de seguir leyendo, lo he visualizado todo. Por cierto, estáis de más de guapos en esa foto! Se os quiere de gratis...

    ReplyDelete
  2. Interesting to hear about the people especially the bored police! Enjoy the barrios!! Graham

    ReplyDelete